Las familias campesinas-indígenas de la Quebrada de Humahuaca y sus valles han cultivado maíces durante siglos, desarrollando a lo largo del tiempo una diversidad bio-cultural que se observa en los colores, las formas, sus adaptaciones climáticas y su uso como alimento.
Son producidos con prácticas agrícolas acordes a la cosmovisión andina, que demostraron ser ambientalmente sostenibles.
La harina de maíz es libre de gluten, pero la riqueza de estos maíces radica en que cada variedad tiene una particularidad que hace a sus múltiples usos en la gastronomía local.
Las familias campesinas-indígenas de la Quebrada de Humahuaca y sus valles han cultivado maíces durante siglos, desarrollando a lo largo del tiempo una diversidad bio-cultural que se observa en los colores, las formas, sus adaptaciones climáticas y su uso como alimento.
Son producidos con prácticas agrícolas acordes a la cosmovisión andina que demostraron ser ambientalmente sostenibles.
La harina de maíz es libre de gluten, pero la riqueza de estos maíces radica en que cada variedad tiene una particularidad que hace a sus múltiples usos en la gastronomía local.